Art is not only contemplation, it is also knowledge and reflection. In our days, for example, there is a growing influence of quantum physics in the artistic world, an influence that Luis La Rosa does not escape. Art, science and technology come together in the visual corpus of this creator, as they were articulated in the visual production of artists who have been inescapable references for him, such as Jesús Soto and Alejandro Otero. He pointed out that, in opposition to figuration, "abstract forms refer to and embody the essence of things and phenomena, of what we are and surround us." La Rosa, precisely, being figurative in its beginnings, abandons this trend and adopts the principles of the plastic language of abstraction, in order to express with its own visual codes concepts and theories of one of the most complex scientific disciplines –such as quantum physics– , concerning the behavior of the smallest components of the universe.
According to quantum, a subatomic particle is able to occupy more than one space simultaneously; making a simile with this statement, it is possible to say that Luis La Rosa is in a position to deal with more than one artistic discipline and technique simultaneously. He acts in his workshop as a physicist in his laboratory. From there, from his reflections and experiments, his paintings, sculptures and assemblies have emerged, which, as we have already said, are conceived on the basis of theoretical and practical studies carried out in the field of science.
In La Rosa's work we note, curiously, that the three-dimensional is not limited only to sculpture, it is also evident in its assemblies, where it incorporates various materials such as nails, wires and pieces of glass, to accentuate the relief on the compositional plane. Similarly, in painting, he suggests volume through the play of light and shadow, in interaction with color and the use of foreshortening perspective. This inclination for the three-dimensional remains in him from the time he worked in the field of advertising, in whose designs he integrated 3D corporeal elements.
Luis La Rosa's sculpture and painting show connections of a plastic and conceptual nature. The rational, the mathematical calculation, is an active ingredient in the reflective and creative process of these works. In them the artist highlights elements of visual expression such as geometry, color, line and movement. The mobile effect achieves this, either by optical illusion (painting and sculpture), or through a light-sensitive mechanism (sculpture). In relation to quantum physics, in this visual corpus he addresses the topic of the particle quantifier and accelerator, as well as concepts related to the behavior of subatomic bodies, in this case, neutrinos and photons, which in his works appear suspended, gravitating , colliding and interacting. Although La Rosa considers that its the work is easily identifiable as a spatial proposal, these formal and conceptual abstractions are made more understandable to our understanding through the titles it confers on each of its works.
One of his most representative sculptures, from his recent research, is Photon Quantifier (2019), a work in which he incorporates a radiometer, a device that begins to move when sunlight falls on it; In addition, around it suggests a magnetic field with aluminum plates, whose arrangement gives the feeling of floating. The sculpture of La Rosa breaks with the heavy, solid and closed object. His three-dimensional pieces are open, light, translucent, spatial geometric shapes, which he sets out to represent or generate, as in his painting - the idea of the immateriality and energy of matter, to make visible the invisible, the internal structures of the microworld, of a reality that includes essential laws that are not easily accessible to our senses.
To create his works, La Rosa draws on knowledge generated by science and technology, combining sophisticated concepts and techniques with artisanal procedures, so that viewers have a contemplative and cognitive aesthetic experience at the same time.
José Gregorio Noroño
Independent art critic, curator and researcher.
Bogota, 2020
From 1989 to January 2011 he worked in the following museums:
• Museum of Fine Arts (Caracas)
• Museum of Art (Coro)
• Museum of Contemporary Art Mario Abreu (Maracay)
Member and management staff of the International Association of Art Critics, (AICA), Venezuela Chapter
Esculturas y pinturas de Luis La Rosa.
El arte no sólo es contemplación, también es conocimiento y reflexión. En nuestros días, por ejemplo, se ve una creciente influencia de la física cuántica en el mundo artístico, influjo del que Luis La Rosa no escapa. Arte, ciencia y tecnología se unen en el corpus visual de este creador, como se articularon en la producción visual de artistas que han sido referentes ineludibles para él, como Jesús Soto y Alejandro Otero. Éste señaló que, en oposición a la figuración, las «formas abstractas se refieren y encarnan la esencia de las cosas y de los fenómenos, de lo que somos y nos rodea». La Rosa, justamente, siendo figurativo en sus comienzos, abandona esta tendencia y adopta los principios del lenguaje plástico de la abstracción, para poder expresar con sus propios códigos visuales conceptos y teorías de una de las disciplinas científicas más complejas –como la física cuántica–, concernientes al comportamiento de los componentes más pequeños del universo.
Según la cuántica, una partícula subatómica está en condiciones de ocupar más de un espacio de manera simultánea; haciendo un símil con esta afirmación, es posible decir que Luis La Rosa está en condiciones de ocuparse de más de una disciplina y técnica artística simultáneamente. Él actúa en su taller como un físico en su laboratorio. De allí, de sus reflexiones y experimentos, han surgido sus pinturas, esculturas y ensamblajes que, como ya dijimos, están concebidos sobre la base de los estudios teóricos y prácticos llevados a cabo en el campo de la ciencia.
En la obra de La Rosa advertimos, curiosamente, que lo tridimensional no se limita sólo a la escultura, también es evidente en sus ensamblajes, donde incorpora materiales diversos como clavos, alambres y trozos de cristales, para acentuar el relieve sobre el plano compositivo. De igual modo, en la pintura sugiere el volumen mediante el juego de luces y sombras, en interacción con el color y el uso de la perspectiva en escorzo. Esta inclinación por lo tridimensional permanece en él desde la época en que se desempeñaba en el campo de la publicidad, en cuyos diseños integraba elementos corpóreos 3D.
En la escultura y la pintura de Luis La Rosa se aprecian conexiones de naturaleza plástica y conceptual. Lo racional, el cálculo matemático, es un ingrediente activo en el proceso reflexivo y creativo de estas obras. En ellas el artista destaca elementos de expresión visual como la geometría, el color, la línea y el movimiento. El efecto móvil lo consigue, bien por ilusión óptica (pintura y escultura), bien a través de un mecanismo sensible a la luz (escultura). Con relación a la física cuántica, en este corpus visual aborda el tema del cuantificador y acelerador de partículas, así como conceptos relacionados con el comportamiento de los cuerpos subatómicos, en este caso, los neutrinos y fotones, que en sus obras aparecen suspendidos, gravitando, colisionando e interactuando. Aunque La Rosa considera que su obra es fácilmente identificable como propuesta espacial, estas abstracciones formales y conceptuales se hacen más comprensibles a nuestro entendimiento a través de los títulos que le confiere a cada uno de sus trabajos.
Una de sus esculturas más representativa, de su reciente investigación, es Cuantificador de fotón (2019), obra en la que incorpora un radiómetro, dispositivo que entra en movimiento cuando sobre él incide la luz solar; además, a su alrededor sugiere un campo magnético con placas de aluminio, cuya disposición da la sensación de estar flotando. La escultura de La Rosa rompe con el objeto pesado, macizo y cerrado. Sus piezas tridimensionales son formas geométricas abiertas, livianas, traslúcidas, espaciales, que se proponen representar o generar al igual que en su pintura– la idea de la inmaterialidad y energía de la materia, hacer visible lo invisible, las estructuras internas del micromundo, de una realidad que incluye leyes esenciales que no son fácilmente accesibles a nuestros sentidos.
Para crear sus obras La Rosa recurre a los conocimientos generados por la ciencia y la tecnología, combinando conceptos y técnicas sofisticadas con procedimientos artesanales, con el propósito de que los espectadores tengan una experiencia estética contemplativa y cognoscitiva a la vez.
José Gregorio Noroño
Crítico, curador e investigador de arte independiente.
Bogotá, 2020
Desde 1989 hasta enero de 2011 trabajó en los siguientes museos:
• Museo de Bellas Artes (Caracas)
• Museo de Arte de Coro
• Museo de Arte Contemporáneo Mario Abreu (Maracay)
Miembro y personal directivo de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, (AICA), Capítulo Venezuela
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